sábado, 29 de junio de 2013

En el Estado Plurinacional las demandas de los derechos colectivos cambian de  perspectiva porque el Estado debe reconstruirse de manera tal que la contractualidad  que lo constituye jurídicamente ahora pueda incorporar las diferencias radicales que lo  conforman. En ese sentido, en el Estado plurinacional los derechos colectivos pierden  el sentido y la consistencia que tienen en el discurso del liberalismo, porque abren el  discurso del derecho hacia horizontes que no habían sido considerados por la  modernidad. En otros términos, los derechos colectivos no expresa el avance del  proyecto político de los movimientos indígenas sino más bien la necesidad que tienen  el liberalismo de disciplinarlos e integrarlos al proyecto capitalista, liberal y moderno. El Sumak Kawsay, de su parte, es la crítica más fuerte y radical que se ha realizado a  los paradigmas de crecimiento económico por la vía de los mercados, y a la noción  teleológica del desarrollo como posibilidad histórica. Ambas demandas:  plurinacionalidad y Sumak Kawsay, van de la mano, y expresan las demandas y  utopías de un sujeto histórico, que amplían el horizonte de posibles humanos a la  emancipación.
Es desde esa perspectiva política e histórica que debe ser visualizada la noción del  Sumak Kawsay. 


El sumak Kawsay o buen vivir es el fundamento para guiar la construcción de una  nueva forma de convivencia ciudadana, en diversidad y armonía con la naturaleza,  según lo establece la nueva Constitución de la República del Ecuador, a su vez  aprobada mediante referendo con respaldo de una amplia mayoría de ecuatorianos  en septiembre de 2008.
Pues bien, luego de 5 años transcurridos desde el inicio del Gobierno presidido por  Rafael Correa, la presente investigación se propuso:
1. Valorar el grado de conocimiento de los ciudadanos sobre el concepto del  Sumak Kawsay o Buen Vivir
2. Valorar la aplicabilidad y la importancia del Sumak Kawsay para la vida  cotidiana 
3. Identificar fortalezas y debilidades de las políticas públicas relacionadas  con el Sumak Kawsay

SUMAK KAWSAY

El Sumak kawsay en español: buen vivir es un modelo o forma de vida que promueve relaciones más sustentables con la naturaleza y menos consumistas, que constituye una opción ante el modelo desarrollado del "vivir mejor" El concepto proviene del quechua, forma parte de las culturas indígenas del centro de Sudamérica y está presente de forma similar entre los aymará como suma gamaña y entre los guaraníes. En su significado original, Sumak hace referencia a la realización ideal y hermosa del planeta, mientras que Kawsay significa "vida", una vida digna en plenitud.


El sumak kawsay considera a las personas parte de una comunidad humana, la cual es un elemento de la Pachamama o Madre Tierra. Así, a diferencia de otros paradigmas el buen vivir  busca el equilibrio con la naturaleza en la satisfacción de las necesidades  sobre el mero crecimiento económico; es decir, una forma de vida más digna y más apegada a la vida, inspirada en los valores tradicionales indígenas.

De acuerdo con el Plan Nacional del Buen Vivir para la República del Ecuador (2009-2013), los elementos que lo constituyen son:
a) la satisfacción de las necesidades
b) calidad de vida
c) muerte digna
d) amar y ser amado
e) florecimiento saludable de todos en armonía con la naturaleza
f) prolongación indefinida de las culturas
g) tiempo libre para la contemplación
h) la emancipación y ampliación de las libertades


La noción de “Sumak Kawsay”  forma parte del discurso  político de los movimientos indígenas del continente, en especial del movimiento  indígena de Ecuador y de Bolivia, y, en tal virtud, forma parte de su proyecto político e   histórico. Esta noción que ha sido traducida como “Buen Vivir”, pero cuya acepción  más pertinente sería “Vida en plenitud”, ha sido retomada y recreada desde la  confirmación de las vivencias ancestrales de los pueblos indígenas y de su forma de  construir tanto su socialidad como su relación con la naturaleza. En la recuperación de  sus formas ancestrales de convivencia, los pueblos indígenas han encontrado, de una  parte, las formas políticas de resistencia al capitalismo y a la modernidad y, de otra,  las alternativas a ese mismo sistema capitalista. El concepto de Sumak Kawsay también permite una mirada diferente a los pueblos  indígenas que han sido inscritos en la mirada de occidente como “movimientos  sociales”, y a su praxis política como “acción colectiva”. En efecto, los movimientos  indígenas han sido considerados desde la academia occidental y moderna, como parte  de los nuevos movimientos sociales con una agenda novedosa y susceptible de  ampliar el horizonte de los derechos humanos hacia los derechos de tercera  generación; sin embargo, esta definición de movimientos sociales oculta el sentido 

histórico de sus demandas y los convierte en un momento más del liberalismo.