En el Estado Plurinacional las demandas de los derechos colectivos cambian de perspectiva porque el Estado debe reconstruirse de manera tal que la contractualidad que lo constituye jurídicamente ahora pueda incorporar las diferencias radicales que lo conforman. En ese sentido, en el Estado plurinacional los derechos colectivos pierden el sentido y la consistencia que tienen en el discurso del liberalismo, porque abren el discurso del derecho hacia horizontes que no habían sido considerados por la modernidad. En otros términos, los derechos colectivos no expresa el avance del proyecto político de los movimientos indígenas sino más bien la necesidad que tienen el liberalismo de disciplinarlos e integrarlos al proyecto capitalista, liberal y moderno. El Sumak Kawsay, de su parte, es la crítica más fuerte y radical que se ha realizado a los paradigmas de crecimiento económico por la vía de los mercados, y a la noción teleológica del desarrollo como posibilidad histórica. Ambas demandas: plurinacionalidad y Sumak Kawsay, van de la mano, y expresan las demandas y utopías de un sujeto histórico, que amplían el horizonte de posibles humanos a la emancipación.
Es desde esa perspectiva política e histórica que debe ser visualizada la noción del Sumak Kawsay.
El sumak Kawsay o buen vivir es el fundamento para guiar la construcción de una nueva forma de convivencia ciudadana, en diversidad y armonía con la naturaleza, según lo establece la nueva Constitución de la República del Ecuador, a su vez aprobada mediante referendo con respaldo de una amplia mayoría de ecuatorianos en septiembre de 2008.
Pues bien, luego de 5 años transcurridos desde el inicio del Gobierno presidido por Rafael Correa, la presente investigación se propuso:
1. Valorar el grado de conocimiento de los ciudadanos sobre el concepto del Sumak Kawsay o Buen Vivir
2. Valorar la aplicabilidad y la importancia del Sumak Kawsay para la vida cotidiana
3. Identificar fortalezas y debilidades de las políticas públicas relacionadas con el Sumak Kawsay